Fue un viernes cuando Paolo, el chico más juerguero que conozco, hasta ahora, me dijo para ir a una disco, al comienzo dude en aceptar ir, pero luego de pensarlo bien y de tener la necesidad de relajarme, acepté. Él y yo habíamos hecho una excelente amistad basada en la música. Fuimos a tomar unas previas antes de entrar a la disco, tomé poco en realidad porque no soy de beber licor, pasada las 11 de la noche nos dirigimos a la disco y antes de ingresar, Paolo me dijo que quería que yo me presente como su pareja porque sabía que en la disco se encontraba Ernesto, su ex enamorado. Y no quería que este se le ponga meloso. Efectivamente, después de bailar un par de canciones muy gays, en la pista de baile se apareció el “temido ex”, estaba con su prima, una chica muy guapa, blanca de cabellos oscuros y sonriente, el “ex” de Paolo no estaba nada mal, pero su comportamiento era un poco afeminado, nos presentaron y me di cuenta que no le gustó nadita saber que era el “enamorado” de Paolo.
Ernesto inmediatamente se puso muy cerca a Paolo y empezaron a conversar, Macarena, la prima del “ex”, me hizo la plática, pude notar que andaba ya pasada de tragos, sonreía siempre y tenía en su mano un vaso con licor:
- tu… ¿Cómo dijiste que te llamas?
- Koko – sonreí
- Ah, o sea, tu nombre verdadero es Jorge ¿verdad?
- No, es un simple apodo.
- Que curioso ¿y cómo te pusieron ese apodo?
- Larga historia… a mi me gusta tu nombre.
- A mi también… - sonreímos, luego, ella miró a Paolo y a su primo y me preguntó - ¿Paolo y tu son pareja en realidad?
- Si, claro.
- Mi primo te lo va a quitar.
- Yo confío en Paolo
- Jajajaja… ¿y quién es el activo y pasivo?
- Mucha información para darte ¿no lo crees?
- Si, pero ya me respondiste, así que ya lo sé.
Pusieron una canción que no recuerdo ahora bien quien la canta, de un salto se levanto de donde estaba sentada y me jaló a la pista de baile, no dejaba para nada el vaso que tenia con licor, bailaba moviendo su larga cabellera de un lado a otro (debo de reconocer que tengo una fijación por los cabellos de chicas y chicos, y también con las manos), se puso a espaldas de mi y juntó su trasero a mi cuerpo, me sentí un poco incomodo porque yo en realidad no estoy acostumbrado a bailar así, parecía como si ella estuviera bailando algún “perreo” cuando no era así, ella volvió a mirarme y me llevó al lugar donde estábamos anteriormente, Paolo seguía conversando con su ex.
- ¿quieres un poco? – me estaba invitando su trago
- No gracias, ya he tomado bastante
- ¿me estás rechazando?
- No, claro que no. sólo que ya he tomado cerveza y no quiero… - Macarena cogiéndome de la barbilla me da de beber el trago.
- Buen chico – ríe y toma lo que quedaba en el vaso.
- … Macarena ¿y tu eres lesbiana?
- Bisexual… ¿y a ti por qué no te gustan las chicas?
- Si me gustan, pero prefiero estar con chicos, me gustan más los chicos que las chicas.
- ¿has tenido sexo con chicas?
- Nunca, pero no necesito tener sexo con una chica para darme cuenta que sólo me gustan los chicos.
- … ¿y yo te gusto?
- Eres simpática, no lo niego.
- Ok… (silencio entre nosotros por unos segundos)… ¿y no piensas preguntarme si tu me gustas?
- Jajajaja… no porque sabría que la respuesta es no.
- ¡tonto! Eres simpático.
- gracias.
En ese momento sonó Lady Gaga y su “Bad Romance”, y nuevamente ella salió disparada jalándome otra vez con ella y nos pusimos a bailar. Ella cantaba y yo también, me encantaba verla bailar, ella se me acerco y me dio un beso, el cual no respondí porque me tomó frío y sinceramente, suelo ser bastante lento para reaccionar con las chicas. Al segundo beso si le correspondí, ella se reía y me decía al oído que Paolo estaba por otro lado y ni enterado de lo que su “enamorado” andaba haciendo.
Pensé en que el pobre de Paolo estaba quedando como un tonto cachudo pero no era culpa mía, él se quedó conversando con su ex y hasta fácil que yo también estaba siendo adornado. Luego Macarena me invitó unos tragos, ella no dejaba que yo pagara, por más que le insistía. Seguimos conversando y supe que ella era mayor que yo por 2 años, aunque sinceramente parecía menor, le dije que yo parecía mayor a su lado y ella me despeinaba.
Luego de bailar un buen rato juntos, Macarena me tomó de la mano y nos fuimos a un lado de la disco, un lugar algo oscuro y empezamos a besarnos, debo de confesar que me sentía tan cómodo haciendo eso, me importaba poco que algunos de los pocos que me conocían me estuvieran viendo, y que otros, a los que Paolo me presentó como su “enamorado” pensaran que lo estaba adornando. Ella empezó a calentarse, y yo obviamente que también. Tomó mi mano izquierda y la llevó a uno de sus senos, se lo toque y luego lo hice con mis dos manos. Ella empezó a tocarme por encima del pantalón. Juro que estaba excitadísimo.
Era alucinante todo lo que estaba pasando, estaba con una chica simpática mayor que yo, que me estaba poniendo todo el trago que quisiera, me besaba a la fuerza y ella tomaba la iniciativa en todo, se estaba frotando en mi entrepierna, y todo esto en una disco gay. Y se supone que soy gay. Esa chica me estaba haciendo a mí lo que todo chico podría soñar, todo chico heterosexual, claro.
Luego de un buen rato de estar besándonos y tocándonos como locos, nos arreglamos y me preguntó si me había sentido bien haciendo eso, le respondí que si y ella acercó sus labios a mi oído derecho y me dijo “querido, todos somos bisexuales en este puto mundo, hay que aprender a disfrutar de los placeres que chicos y chicas nos pueden brindar, sólo hay que disfrutarlo”. Luego fuimos donde estaban los otros dos, trataba de ocultar la excitación que aun tenia, fue difícil en verdad, pero bueno, en la disco y con la poca luz que suele haber, fue fácil que Paolo y su ex no se dieran cuenta.
Paolo al verme, se paró, se me acercó y hablándome al oído “¿Dónde mierda te habías metido? Vámonos de aquí que Ernesto está insoportable” a lo que yo le respondí “¿y por qué has estado con él toda la puta noche y a mi me has dejado de lado?”.
Nos despedimos y fuimos a recoger nuestras casacas que habíamos guardado al ingresar, nos pusimos las casacas y Macarena junto a Ernesto se nos acercaron, Macarena me dijo que nos volveríamos a ver y sin más me dio un beso en la boca, miré a Paolo y luego cerré los ojos, en un segundo sentí que me jalaban de la casaca y me sacaron de la disco, era Paolo quien me empujaba para que caminara.
- ¿estás loco? ¡mierda! He quedado como un cachudo, huevón
- No exageres, es una chica, preocúpate cuando me bese con un chico.
- Ni más salgo contigo, y mucho menos te pediré que seas mi pareja.
- No lo hagas, a mi me da igual.
- ¡eres un huevón de mierda!
- Y tu un cachudo de mierda.
Reímos y seguimos caminando, él cruzó su brazo sobre mi cuello y empezó a hacerme preguntas sobre mi sexualidad, según él, estaba preocupado con que me haya vuelto heterosexual y que explicaciones le daría a mi mamá sobre mi cambio repentino de gustos.
Ernesto inmediatamente se puso muy cerca a Paolo y empezaron a conversar, Macarena, la prima del “ex”, me hizo la plática, pude notar que andaba ya pasada de tragos, sonreía siempre y tenía en su mano un vaso con licor:
- tu… ¿Cómo dijiste que te llamas?
- Koko – sonreí
- Ah, o sea, tu nombre verdadero es Jorge ¿verdad?
- No, es un simple apodo.
- Que curioso ¿y cómo te pusieron ese apodo?
- Larga historia… a mi me gusta tu nombre.
- A mi también… - sonreímos, luego, ella miró a Paolo y a su primo y me preguntó - ¿Paolo y tu son pareja en realidad?
- Si, claro.
- Mi primo te lo va a quitar.
- Yo confío en Paolo
- Jajajaja… ¿y quién es el activo y pasivo?
- Mucha información para darte ¿no lo crees?
- Si, pero ya me respondiste, así que ya lo sé.
Pusieron una canción que no recuerdo ahora bien quien la canta, de un salto se levanto de donde estaba sentada y me jaló a la pista de baile, no dejaba para nada el vaso que tenia con licor, bailaba moviendo su larga cabellera de un lado a otro (debo de reconocer que tengo una fijación por los cabellos de chicas y chicos, y también con las manos), se puso a espaldas de mi y juntó su trasero a mi cuerpo, me sentí un poco incomodo porque yo en realidad no estoy acostumbrado a bailar así, parecía como si ella estuviera bailando algún “perreo” cuando no era así, ella volvió a mirarme y me llevó al lugar donde estábamos anteriormente, Paolo seguía conversando con su ex.
- ¿quieres un poco? – me estaba invitando su trago
- No gracias, ya he tomado bastante
- ¿me estás rechazando?
- No, claro que no. sólo que ya he tomado cerveza y no quiero… - Macarena cogiéndome de la barbilla me da de beber el trago.
- Buen chico – ríe y toma lo que quedaba en el vaso.
- … Macarena ¿y tu eres lesbiana?
- Bisexual… ¿y a ti por qué no te gustan las chicas?
- Si me gustan, pero prefiero estar con chicos, me gustan más los chicos que las chicas.
- ¿has tenido sexo con chicas?
- Nunca, pero no necesito tener sexo con una chica para darme cuenta que sólo me gustan los chicos.
- … ¿y yo te gusto?
- Eres simpática, no lo niego.
- Ok… (silencio entre nosotros por unos segundos)… ¿y no piensas preguntarme si tu me gustas?
- Jajajaja… no porque sabría que la respuesta es no.
- ¡tonto! Eres simpático.
- gracias.
En ese momento sonó Lady Gaga y su “Bad Romance”, y nuevamente ella salió disparada jalándome otra vez con ella y nos pusimos a bailar. Ella cantaba y yo también, me encantaba verla bailar, ella se me acerco y me dio un beso, el cual no respondí porque me tomó frío y sinceramente, suelo ser bastante lento para reaccionar con las chicas. Al segundo beso si le correspondí, ella se reía y me decía al oído que Paolo estaba por otro lado y ni enterado de lo que su “enamorado” andaba haciendo.
Pensé en que el pobre de Paolo estaba quedando como un tonto cachudo pero no era culpa mía, él se quedó conversando con su ex y hasta fácil que yo también estaba siendo adornado. Luego Macarena me invitó unos tragos, ella no dejaba que yo pagara, por más que le insistía. Seguimos conversando y supe que ella era mayor que yo por 2 años, aunque sinceramente parecía menor, le dije que yo parecía mayor a su lado y ella me despeinaba.
Luego de bailar un buen rato juntos, Macarena me tomó de la mano y nos fuimos a un lado de la disco, un lugar algo oscuro y empezamos a besarnos, debo de confesar que me sentía tan cómodo haciendo eso, me importaba poco que algunos de los pocos que me conocían me estuvieran viendo, y que otros, a los que Paolo me presentó como su “enamorado” pensaran que lo estaba adornando. Ella empezó a calentarse, y yo obviamente que también. Tomó mi mano izquierda y la llevó a uno de sus senos, se lo toque y luego lo hice con mis dos manos. Ella empezó a tocarme por encima del pantalón. Juro que estaba excitadísimo.
Era alucinante todo lo que estaba pasando, estaba con una chica simpática mayor que yo, que me estaba poniendo todo el trago que quisiera, me besaba a la fuerza y ella tomaba la iniciativa en todo, se estaba frotando en mi entrepierna, y todo esto en una disco gay. Y se supone que soy gay. Esa chica me estaba haciendo a mí lo que todo chico podría soñar, todo chico heterosexual, claro.
Luego de un buen rato de estar besándonos y tocándonos como locos, nos arreglamos y me preguntó si me había sentido bien haciendo eso, le respondí que si y ella acercó sus labios a mi oído derecho y me dijo “querido, todos somos bisexuales en este puto mundo, hay que aprender a disfrutar de los placeres que chicos y chicas nos pueden brindar, sólo hay que disfrutarlo”. Luego fuimos donde estaban los otros dos, trataba de ocultar la excitación que aun tenia, fue difícil en verdad, pero bueno, en la disco y con la poca luz que suele haber, fue fácil que Paolo y su ex no se dieran cuenta.
Paolo al verme, se paró, se me acercó y hablándome al oído “¿Dónde mierda te habías metido? Vámonos de aquí que Ernesto está insoportable” a lo que yo le respondí “¿y por qué has estado con él toda la puta noche y a mi me has dejado de lado?”.
Nos despedimos y fuimos a recoger nuestras casacas que habíamos guardado al ingresar, nos pusimos las casacas y Macarena junto a Ernesto se nos acercaron, Macarena me dijo que nos volveríamos a ver y sin más me dio un beso en la boca, miré a Paolo y luego cerré los ojos, en un segundo sentí que me jalaban de la casaca y me sacaron de la disco, era Paolo quien me empujaba para que caminara.
- ¿estás loco? ¡mierda! He quedado como un cachudo, huevón
- No exageres, es una chica, preocúpate cuando me bese con un chico.
- Ni más salgo contigo, y mucho menos te pediré que seas mi pareja.
- No lo hagas, a mi me da igual.
- ¡eres un huevón de mierda!
- Y tu un cachudo de mierda.
Reímos y seguimos caminando, él cruzó su brazo sobre mi cuello y empezó a hacerme preguntas sobre mi sexualidad, según él, estaba preocupado con que me haya vuelto heterosexual y que explicaciones le daría a mi mamá sobre mi cambio repentino de gustos.