lunes, 14 de marzo de 2011

TODOS TENEMOS DELIRIOS INVENTADOS POR NOSOTROS.


Hola niño. ¿Sabes qué siempre pensé que cuando seamos grandes seguiríamos igual que siempre? Te recuerdo y puedo aun sentirte cerca de mí, escuchar tu risa y sentir tus manos tímidas y frías tocar mi rostro cuando sabía que había metido la pata o simplemente cuando tenía miedo y no quería ver, escondiendo mi rostro detrás de esas manos infantiles. Hay algo que no sé muy bien, ¿en qué momento dejamos de ser amigos? siempre fuimos uno solo y nunca desee crecer para mantenerte conmigo, recuerdo cuando reías porque alucinabas que mis padres habían vivido en blanco y negro y que nosotros vivíamos en una era moderna, llena de colores. Te extraño niño, no sabes cuanto extraño tu inocencia.

Hola Chiquillo. ¿Qué ha sido de ti? Imagino que en algún momento de mi vida dejé que te perdieras por allí, y no hice nada para detenerte, aunque sabemos que es imposible detener el tiempo y las cosas siempre pasan. ¿Recuerdas aquella noche cuando entraste en una fuerte depresión porque te sentías pésimo contigo mismo y lloraste como nunca antes lo habías hecho? Nos abrazamos y te jure que nunca más llorarías y que yo me encargaría de que te sintieras bien, traté de cumplir mi palabra pero siempre hubo momentos en los que otros fueron más fuertes que tú y yo juntos. Fue duro aprender que nuestras vidas no serían nada fáciles y que el ir creciendo llevaría a tener otras responsabilidades. Ya no estás conmigo, te busco y hay poco de ti.

Hola joven. Es bueno tenerte todos los días, hay cosas que cambiaria de ti pero no por eso quiero decir que no me gustas. Sabes que te amo, cuando digo “SÍ” muchas veces me dices en silencio “ESO ERA UN NO”. No sé cómo vamos a llegar en unos años más pero no quiero perderte, quiero que siempre estemos juntos, hemos aprendido que no es verdad eso de que damos algo sin esperar nada a cambio, es falso, sabemos que siempre esperamos algo. Yo suelo ser materialista y tú simplemente eres sentimentalista. Sé dominarte un poco, aunque no es nada fácil.

Hola usted. Aun no tengo el placer de conocerte, y te tuteo porque sé que habrá confianza entre nosotros. Imagino que serás en algo parecido a mí ahora, me gustaría poder tener, no sé, una “espada del augurio” y ver cómo eres. Sólo espero que para entonces, hayas aprendido a ser paciente y que el gusto por lo bueno no haya cambiado.

Hola señor. ¿Está solo en esta vida? ¿Tiene un perro a quién cuidar? ¿Ama a alguien quién no sea usted y su familia? ¿Vive solo? Aunque eso lo dudo pero por las dudas lo pregunto… ¿se siente seguro? ¿Encontró lo qué andaba buscando por años? ¿Aprendió a ser paciente?. Se ha dado cuenta que sólo tengo preguntas ¿verdad?