martes, 25 de enero de 2011
EL SUEÑO QUE SOÑÉ DESPIERTO.
Hace poco, mientras mi hermana hablaba sobre sus planes de boda, lo feliz que estaba de que por fin se casaría con el hombre que amaba y blah blah y blah. Mi madre me dijo “ojala y algún día tú te puedas casar, me gustaría mucho verte casado con el chico que ames”. La miré y le dije “no creo que eso suceda”.
El matrimonio no me interesa, nunca me ha interesado y la idea de formar una familia no me llena de ilusión. Sinceramente no me veo criando un hijo, tener una esposa o esposo, sentirme prisionero, darle explicaciones a alguien, dejar de ser yo para pensar en alguien más. Ya no ser yo primero, sino pasar a un segundo o tercer plano… ¡NO!
Lo de convivir es un tema bastante serio, conociéndome no creo que sirva de mucho, ni yo mismo me soporto a veces, dudo que alguien me soporte más de un fin de semana. Pero aquí viene lo que soñé la otra noche, soñaba despierto en realidad (les ha pasado que sueñan despierto y es casi lo mismo que soñar durmiendo, no se puede controlar) porque me dio un insomnio del mal que no pude dormir toda la noche.
“bajaba del auto, era tarde en realidad, vivía en un lugar que no era mi casa, la calle estaba bastante silenciosa para ser verdad, entré a ‘mi casa’ y encendí la luz, habían unos muebles y una tele, esos de tubos modelos viejos, sobre la pequeña mesa cubierta por un mantel color azul, se hallaba un florero con unas flores casi marchitas, vi la hora y eran algo más de las 8 de la noche, me sentía raro en ése lugar, mis tripas empezaron a sonar, tenia hambre, abrí la refrigeradora y no encontré nada para calentar en la cocina, habían fideos en una caja vieja de cartón, encontré una lata de filete de atún y salsa de tomate, prendí la cocina con unos palitos de fósforos (raro porque siempre le he tenido miedo prender la cocina de esa manera), inventé algo, cociné algo que olía rico (otra cosa rara, yo no sé cocinar), saque unos platos y empecé a servir, cuando oí que la puerta principal la abrían y al voltear vi a un hombre sonriéndome y contándome lo bien que le había ido en el trabajo y que se moría de hambre, se me acercó y me besó…”
EXTRAÑO, en ése sueño yo era un “ama de casa”, cocinaba y todo, estaba asustado, yo no podría ser así, atendiendo a alguien. Puede leerse egoísta de mi parte, pero es la verdad.
Prefiero mi soltería, tener un perro a quien cuidar y quien me quiera siempre y que sea para él lo único importante en su vida y me sea fiel. Sí, prefiero un perrito, son más bonitos y tiernos.
Así que a mí en lo personal, me importa poco si en el Perú se aprueba o no el matrimonio gay, bien por los que si desean casarse, yo aplaudo eso, que luchen y se enfrenten a las religiones que usan como pretexto estúpido la Biblia y Dios que según ellos, lo prohíbe. Respeto a todo aquel que se enfrenta a una sociedad de mente cerrada, homofóbica e intolerante. Y algún día, espero ser invitado a un matrimonio gay para celebrar tan importante decisión.
Y para terminar, señores candidatos a la presidencia de mi hermoso y caótico Perú (como si me leyeran), no usen un tema tan serio como el matrimonio gay para ganar puntos. Y no hay que dejarse engañar, que con el matrimonio no se vive seguro, no se come y no hay inversión que beneficie a todos. Pensar con la cabeza fría y no con ilusiones. Ya pasó con la alcaldía de Lima, espero que todo le vaya bien a la señora Villarán, no deseo que fracase porque Lima se fregaría, pero ahora está en juego UN PAIS ENTERO.
miércoles, 19 de enero de 2011
ES EL INICIO DE ALGO NUEVO.
“El fin de una cosa es el inicio de otra” dice una de mis etiquetas al final de cada post que publico en este sencillo pero para nada insignificante blog. Pero debo de contar que este no es el caso, ahora puedo decir que “la experiencia es el inicio de algo nuevo”. Ok, ahí explico a que me refiero.
“Desprecio al Silencio” tiene un hermanito y se llama “Kiorpy”, es mi nuevo blog ¿de qué trata mi otro blog? Bueno, pueden visitarlo y leer la info y si les da flojera se los cuento aquí.
“Desprecio al Silencio” (DaS) es un blog que me sirve de desfogue, contar lo que me ha pasado tiempo atrás, recordando cada momento, recurriendo a mis viejas y fieles agendas-diarios para acordarme de aquel día que me dejo “marcado”, y al contarlo se hace extenso y muchas veces tengo que cortar la historia porque se hace aburrido de leerlas, de esto se trata DaS.
“Kiorpy” ha sido creado para ser distinto, no pretendo que sea un diario, no pretendo que me sirva de desfogue, sólo quiero contar mi presente, de forma breve, textos cortos y no pueden faltar las fotos, fotos tomadas por mí, sea con mi cámara Canon o con mi cel, pero mostrar esa imagen (o imágenes) que me llamaron la atención y que me dejaron pensando durante todo el día. Es así como “el presente se convierte en pasado”, pero un pasado muy breve, no un pasado de años o meses.
Bueno, los invito a que visiten mi otro blog http://kiorpy.blogspot.com/ gracias! =)
NOTA: Ando escribiendo un post para DaS que no tiene cuando tener fin, ese es el problema cuando algo tiene muchos detalles, mucha información, espero poderlo terminar a tiempo, y claro, terminar las otras entradas que las he dejado por la mitad por el mismo problema. Quienes han recibido mails de mi parte saben que escribo largo y tendido.
NOTA IMPORTANTE: He creado una cuenta en FLICKR y he subido (por ahora) algunas fotos, faltan más y pueden verlas, no serán las mismas que suba en el blog “Kiorpy”, hacer clic aquí en KOKO.
martes, 11 de enero de 2011
BUENO, YO PODRIA DORMIR PARA SIEMPRE.
Algún día todos terminaremos en un lugar parecido. No soy de tenerle miedo a la muerte, pero hoy sentí ese temor inexplicable. Aun soy joven y tengo muchas cosas por hacer, creo que ese es mi temor, no hacer lo que realmente quiero, cosas que me detienen por el simple hecho de hacer cosas para otros mientras que me olvido de hacerlas por y para mí. Pero nunca es tarde y empezaré por hacerlas, de a pocos las haré.
Extraña entrada. Muy extraña hasta para mí.
lunes, 3 de enero de 2011
AVAL: HASTA EL MÁS MACHO DE LOS MACHOS
- Aquella media mañana, en la época del colegio, cuando lo encontré golpeando y humillando a un chico menor que él por el simple hecho de ser gay y por no esconder lo que realmente es. Aquella media mañana cuando interrumpí su “valiente acción” me dio un empujón y se fue del baño. No me golpeó porque no sabía que yo también era gay.
- Todos, o casi todos, le temían, era uno de los altos y corpulentos del colegio, de piel morena y corte de cabello militar, se comportaba como animal y era por eso que todos le llamaban “anival”.
- “maricón” “cabro” mariposón” (como él decía) que se le cruzaba era victima de sus estúpidas bromas y de sus golpes. Cuando alguien se iba a quejar sobre su comportamiento él lo negaba todo. muy pocas veces fue castigado porque nadie le acusaba y tampoco habían testigos, callaban por miedo.
- Una vez quiso meterse conmigo pero lo que él no sabía era que yo era amigo de un chico que siempre le hacia el pare y le daba de alma. Podría decirse que tenía alguien quien cuidara y me protegiera de tremendo bestia y yo algunas veces lo provocaba para joderlo aunque siempre me mandaba a la mierda. Era divertido.
- Era el típico chico pendejo del colegio, mujeriego y palomilla, no había, según él, chica que no haya caído en sus “encantos”, enamorada que tenía sabia muy bien que él podía estar con las que él quisiera y si no les gustaba la idea no podían seguir cómo pareja. Habían cojudas que le aceptaban tremendo trato.
- Grosero cómo él solo, no respetaba absolutamente a nadie, ni a los profesores, claro que evitaba los castigos a como de lugar.
- Una vez contó, riéndose, que su abuelo homofóbico mató a un hombre por ser gay, en su familia no soportaban los “cabros mal nacidos”, que deberían de morirse todos porque “eso de que se rompan el culo es solo para mujeres”.
- Metía la mano descaradamente a casi todas las chicas y cuando se quejaban se hacia el inocente. Tenía un pensamiento bastante machista, contaba que en su casa mandaba su viejo y si su madre se oponía “le caía golpe”. Todo parecía tan normal para él.
- Cuando se enteró que era gay, buscaba la sin razón para poder golpearme, pero nunca lo pudo conseguir, una vez me tiró al piso e intentó patearme pero para su mala suerte, el chico quien era mi amigo y quien le hacia el pare se le fue encima y le dio una golpiza que dudo mucho que lo haya olvidado.
- Aval dejó de hablarme, nunca más lo hizo, terminamos el colegio y nunca me dijo una palabra. Siempre con sus indirectas que “hay un mariposón que tiene su marido en este colegio”. Yo reía.
- Después de terminar el colegio, y al pasar de los años, me enteré que había embarazado a unas dos chicas y que no se hacia cargo de sus hijos. Seguía siendo el mismo de siempre, según me contaron.
La otra noche, jueves para ser específicos, salí con un grupo de amigos y fuimos a una disco, esa que dizque es la mejor disco gay pero que ya bajó sus bonos, estábamos sentados en uno de sus muebles rojizos conversando y bebiendo licor, a lo lejos había alguien quien me parecía conocido, no podía ser cierto lo que veían mis cuatro ojos (uso lentes), Aval bailaba y se manoseaba con un chico, me fui acercando para ver más y su acompañante le metía la mano al trasero y se daban besos en la boca, sonreí: “Aval, a los años que te dejas ver” él me miró y trataba de sonreír, estaba nervioso, lo podía notar. No diré más, sólo que me gustó ponerlo en aprietos aquella noche, recordándole viejos tiempos, lanzándole indirectas cada vez que podía. Incluso bailé junto a él “Hush Hush” de las Pussycat Dolls. Nunca en mi vida de colegio había visto a un Aval tan sensible, tan nervioso, tan inseguro. Me tuve que ir temprano de la disco pero antes de salir él me detuvo y me pidió que no le contara a nadie que le había visto en esa disco, le deje bien en claro que “yo no soy cómo tú, no soy un cobarde”.
- Todos, o casi todos, le temían, era uno de los altos y corpulentos del colegio, de piel morena y corte de cabello militar, se comportaba como animal y era por eso que todos le llamaban “anival”.
- “maricón” “cabro” mariposón” (como él decía) que se le cruzaba era victima de sus estúpidas bromas y de sus golpes. Cuando alguien se iba a quejar sobre su comportamiento él lo negaba todo. muy pocas veces fue castigado porque nadie le acusaba y tampoco habían testigos, callaban por miedo.
- Una vez quiso meterse conmigo pero lo que él no sabía era que yo era amigo de un chico que siempre le hacia el pare y le daba de alma. Podría decirse que tenía alguien quien cuidara y me protegiera de tremendo bestia y yo algunas veces lo provocaba para joderlo aunque siempre me mandaba a la mierda. Era divertido.
- Era el típico chico pendejo del colegio, mujeriego y palomilla, no había, según él, chica que no haya caído en sus “encantos”, enamorada que tenía sabia muy bien que él podía estar con las que él quisiera y si no les gustaba la idea no podían seguir cómo pareja. Habían cojudas que le aceptaban tremendo trato.
- Grosero cómo él solo, no respetaba absolutamente a nadie, ni a los profesores, claro que evitaba los castigos a como de lugar.
- Una vez contó, riéndose, que su abuelo homofóbico mató a un hombre por ser gay, en su familia no soportaban los “cabros mal nacidos”, que deberían de morirse todos porque “eso de que se rompan el culo es solo para mujeres”.
- Metía la mano descaradamente a casi todas las chicas y cuando se quejaban se hacia el inocente. Tenía un pensamiento bastante machista, contaba que en su casa mandaba su viejo y si su madre se oponía “le caía golpe”. Todo parecía tan normal para él.
- Cuando se enteró que era gay, buscaba la sin razón para poder golpearme, pero nunca lo pudo conseguir, una vez me tiró al piso e intentó patearme pero para su mala suerte, el chico quien era mi amigo y quien le hacia el pare se le fue encima y le dio una golpiza que dudo mucho que lo haya olvidado.
- Aval dejó de hablarme, nunca más lo hizo, terminamos el colegio y nunca me dijo una palabra. Siempre con sus indirectas que “hay un mariposón que tiene su marido en este colegio”. Yo reía.
- Después de terminar el colegio, y al pasar de los años, me enteré que había embarazado a unas dos chicas y que no se hacia cargo de sus hijos. Seguía siendo el mismo de siempre, según me contaron.
La otra noche, jueves para ser específicos, salí con un grupo de amigos y fuimos a una disco, esa que dizque es la mejor disco gay pero que ya bajó sus bonos, estábamos sentados en uno de sus muebles rojizos conversando y bebiendo licor, a lo lejos había alguien quien me parecía conocido, no podía ser cierto lo que veían mis cuatro ojos (uso lentes), Aval bailaba y se manoseaba con un chico, me fui acercando para ver más y su acompañante le metía la mano al trasero y se daban besos en la boca, sonreí: “Aval, a los años que te dejas ver” él me miró y trataba de sonreír, estaba nervioso, lo podía notar. No diré más, sólo que me gustó ponerlo en aprietos aquella noche, recordándole viejos tiempos, lanzándole indirectas cada vez que podía. Incluso bailé junto a él “Hush Hush” de las Pussycat Dolls. Nunca en mi vida de colegio había visto a un Aval tan sensible, tan nervioso, tan inseguro. Me tuve que ir temprano de la disco pero antes de salir él me detuvo y me pidió que no le contara a nadie que le había visto en esa disco, le deje bien en claro que “yo no soy cómo tú, no soy un cobarde”.
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