- Que bueno que vayas a tener vacaciones. Ahora si podrás divertirte, relajarte, disfrutar del verano aunque no te guste, pero si de los atardeceres, eso si que te gusta.
- Bueno Betin, tú y yo vamos a disfrutar del verano.
- Este… bueno… no lo creo.
- ¿Por qué lo dices?
- Estaré todo el verano fuera del país.
- ¿Qué? ¿Cómo?
- Lo sabias, esto ya lo tenía planeado desde hace meses…
- Si claro, me lo habías comentado… ¿Cuándo viajas?
- La quincena de diciembre
- ¡¿pasaras las fiestas lejos?!
- Si.
Disimulé que me parecía bien, aunque le confesé que me hubiese gustado pasar la navidad y el fin de año a su lado, disfrutar de esas fechas que me gustan tanto, en su compañía, me dijo que si yo quería que él se quedara se lo dijera, pero le dije que no, que los planes que se han hecho con anticipación no se deben cambiar por nada, a no ser que sea realmente importante, y aunque él me decía que yo era importante, se que no lo soy, aun, lo suficiente como para que cambie sus planes. Creo que yo no lo haría, no se, yo suelo programar mis cosas y muy difícilmente las cambio. Disimule y no volví a tocar el tema, ya no tenia sentido y no tenia, personalmente, ganas de seguir escuchando lo de su viaje. El verano lo pasaría solo, sin él. Y me siento estúpido al pensar en todo lo que tenía planeado para las vacaciones junto a él. Ya no vale ni siquiera mencionarlos.
Usando la imaginación y fantaseando, llego a la siguiente decisión:
Lo citare un día antes de su viaje, lo esperare en un lugar desolado y cuando llegue, le haré oler un ‘perfume’ y que en realidad será eso que hace dormir, luego, lo subiré al auto y me lo llevare a una casa que talvez, alquile, lejos de donde vivimos, fácil en algún pueblo joven, alejados de nuestros respectivos barrios, lo atare a la cama, con mucho cuidado para no lastimarlo, le diré que lo quiero tener cerca, él aun estará inconciente, lo besare y dormiré a su lado, abrazándolo con ternura. Luego el seguro despertara y me preguntara que esta pasando, le explicare que él me llevo a esto, porque yo no quiero quedarme todo el verano sin él…
Tonterías mías. No tiene sentido, igual no serviría de nada. Beto se va por tres largos meses y yo me quedare bronceándome en esta ciudad caótica sin su compañía.
- Bueno Betin, tú y yo vamos a disfrutar del verano.
- Este… bueno… no lo creo.
- ¿Por qué lo dices?
- Estaré todo el verano fuera del país.
- ¿Qué? ¿Cómo?
- Lo sabias, esto ya lo tenía planeado desde hace meses…
- Si claro, me lo habías comentado… ¿Cuándo viajas?
- La quincena de diciembre
- ¡¿pasaras las fiestas lejos?!
- Si.
Disimulé que me parecía bien, aunque le confesé que me hubiese gustado pasar la navidad y el fin de año a su lado, disfrutar de esas fechas que me gustan tanto, en su compañía, me dijo que si yo quería que él se quedara se lo dijera, pero le dije que no, que los planes que se han hecho con anticipación no se deben cambiar por nada, a no ser que sea realmente importante, y aunque él me decía que yo era importante, se que no lo soy, aun, lo suficiente como para que cambie sus planes. Creo que yo no lo haría, no se, yo suelo programar mis cosas y muy difícilmente las cambio. Disimule y no volví a tocar el tema, ya no tenia sentido y no tenia, personalmente, ganas de seguir escuchando lo de su viaje. El verano lo pasaría solo, sin él. Y me siento estúpido al pensar en todo lo que tenía planeado para las vacaciones junto a él. Ya no vale ni siquiera mencionarlos.
Usando la imaginación y fantaseando, llego a la siguiente decisión:
Lo citare un día antes de su viaje, lo esperare en un lugar desolado y cuando llegue, le haré oler un ‘perfume’ y que en realidad será eso que hace dormir, luego, lo subiré al auto y me lo llevare a una casa que talvez, alquile, lejos de donde vivimos, fácil en algún pueblo joven, alejados de nuestros respectivos barrios, lo atare a la cama, con mucho cuidado para no lastimarlo, le diré que lo quiero tener cerca, él aun estará inconciente, lo besare y dormiré a su lado, abrazándolo con ternura. Luego el seguro despertara y me preguntara que esta pasando, le explicare que él me llevo a esto, porque yo no quiero quedarme todo el verano sin él…
Tonterías mías. No tiene sentido, igual no serviría de nada. Beto se va por tres largos meses y yo me quedare bronceándome en esta ciudad caótica sin su compañía.