jueves, 25 de marzo de 2010

EL CUENTO QUE CUENTO, NO SIENTO QUE QUIERA SER.

Martes:
Hoy lo volví a ver luego de varios meses, fue un poco extraño, si bien le di un fuerte abrazo, por todo este tiempo que lo extrañé como nunca, no pude darle el beso que tenia contenido en mis labios. Él me dio los regalos que había comprado para mí durante su viaje. Hablamos de nosotros y decidimos que lo mejor era volver a ser amigos, y de esa manera, recuperar la confianza y arreglar nuestros “defectos”.

Miércoles:
Me alegró recibir su llamada muy temprano (como en los viejos tiempos), hicimos planes de almorzar en su casa. Él preparó una deliciosa ensalada de verduras frescas con hamburguesa. Tímidamente rozamos nuestras manos. Al final, terminamos haciendo el amor en su habitación. Luego no dijimos nada, o al menos yo no quería escuchar nada, solo nos besamos.

Jueves:
¿Por qué no volver con él si lo quiero? No puedo verlo como un amigo porque seria engañarme. Leí un mensaje en el Facebook, diciendo que yo estaba inubicable, le respondí a las horas, teníamos que hablar.

Viernes:
Conversamos sobre las cosas que estaban pasando, le dije que los amigos no tienen relaciones sexuales, entonces él me dijo que volviéramos, le dije que no. Que él no confiaba en mí, que fue por eso que terminamos, se dejo llevar por sus amigos y que dudo de mí más de una vez. Si ambos demostramos que hay confianza entre nosotros, regresaríamos. Mientras, solo seriamos amigos sin derecho a nada.

Sábado:
Pasó a buscarme a casa, quería que lo acompañara a comprar un regalo para su abuelita. Luego de escoger el regalo, nos tomamos unos frappés y luego me fue llevando a casa, antes de bajar del auto, él besó mi mejilla y mi mejilla acogió un poco de su calor.

Domingo:
¿Por qué no darnos una oportunidad de nuevo? Me volví a preguntar durante casi todo el día.

Lunes:
Lo planeado era volvernos a ver, un amigo me llamó, diciéndome que necesitaba verme, que era urgente, fui a verlo, luego de conversar con mi amigo, me percaté de la hora, no llegaría a tiempo, lo llamé contándole del problema, noté su voz extraña, me dijo que estaba bien, que nos veríamos a la hora que yo crea conveniente y colgó. Regresé a casa y me alisté, luego lo llame más de una vez y nunca me respondió.

Martes:
Lo encontré en el MSN y quise darle una disculpa por si le había molestado que cambiara la hora de vernos. Me dijo que las cosas estaban cambiando en mí, que yo no quería volver con él porque ahora estaba en coqueteos con mi amigo. Le expliqué que no era cierto, pero no me volvió a contestar en el MSN, y mucho menos mis llamadas y sms.

Miércoles:
¿Podemos hablar? Necesito hablar contigo. ¿De que quieres hablar? ¿De tu amiguito? No, de él no, quiero que hablemos de otras cosas. … (silencio, no más respuestas).

Jueves:
Aun no amanecía del todo y mi celular timbraba, contesté la llamada, era él, estaba ebrio, dijo que me quería pero que no deseaba ser el “adornado”, dijo muchas cosas, yo solo escuchaba y no pude evitar derramar algunas lágrimas. Ese no era el Beto que yo conocía, del cual me enamoré (ahora dudo que me haya enamorado). Antes de cortar, alzando la voz, me exigía que le responda, que le diga algo, no obtuvo respuesta mía y le corte e inmediatamente apague el celular.

Viernes, Sábado y Domingo:
No supe nada de él, los días habían pasado de lo más tranquilo, aunque me dolía un poco recordar todo lo que había pasado. En uno de esos días, me encontré por casualidad con uno de sus amigos, un tipo feo y atorrante, me saludo feliz de la vida, me preguntó como estaba, le dije que bien, a lo que dijo “pensé que te sentirías pésimo por las cosas que Beto te dijo la otra vez”, pregunté que si él estaba con Beto esa noche, me dijo “si, toda la noche”.

Lunes:
Fui a su casa, llevando conmigo las cosas que me había regalado días atrás, me atendió su mamá y él se sorprendió al verme, dijo que hablaríamos en su cuarto, ya en la habitación, sobre su cama deje los regalos. “¿Qué significa esto?” Me preguntó, “son tuyas, no las quiero… si, se que son regalos, pero no las quiero…”, luego de una ligera discusión, me fui de su casa.

Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo:
5:09PM. Sentado.
5:19 PM. Acostado.
8:54 PM. Alanis Morissette “That I would be good”.
10:37PM. Llorando?

Lunes:
Mi hermana “te buscan, es Beto”. Bajé y le pregunté que quería, a lo que respondió que necesitamos aclarar las cosas. Me pidió que seamos sinceros y que confiemos. Le volví a decir que entre mi amigo y yo no había nada, pero que él era libre de creer lo que quiera. Él me dijo que me creía, que las cosas mejorarán, le pedí que él sea sincero, lo noté nervioso, definitivamente algo no andaba bien, sin querer le dije “hace unos días me encontré con el estúpido de tu amigo, y me dijo que había estado contigo toda la noche”… silencio… “¿Qué más te dijo?”, “eso quiero que tu me aclares”.

Subí al departamento, no quise entrar, solo me quedé en la escalera que lleva a la azotea, él se había acostado con su atorrante amigo esa noche, esa maldita noche en la que él todo ofendido me llamo para decirme todas las estupideces que se le vino a la mente.

Martes:
“Perdóname”, decía en el sms que me había escrito, “Hablemos, ¿si?”. A lo que le respondí “JÓDETE”.

Miércoles:
Hoy amanecí y dije que no lo querría más, aunque lo quiero, me reprimo. Debería de llorar (pienso), no, los chicos grandes no lloran.

3 comentarios:

rita shinigami dijo...

woooow
k dias

pero si no hay confianza no hay nada
es simple.


la cancion del titulo
EL cueto m gusta XD

Damian dijo...

mierda se parece tanto a mi historia de vida, es la falta de confianza q hay a veces q nos hace comportar asi.
entonces ya fue todo :(

kOkO dijo...

Todo, lamentablemente tiene un fin. Claro que algunas historias son algo así como un largometraje, el mío fue solo un corto.